8 DE MARZO Y MEMORIA HISTÓRICA

LA MUJER ESPAÑOLA EN EL s. XX

A lo largo de varias unidades, vamos a estudiar la historia de España en el siglo XX pero, lo vamos a hacer, a través de una de sus protagonistas: la mujer. 

Junto con la celebración del día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, trabajaremos también el día de la Memoria Histórica (14 de junio) y aprenderemos cómo vivió la mujer en España a lo largo de las diferentes etapas que caracterizan el s. XX en nuestro país: II República, Guerra Civil, Dictadura y Transición.

Por ello, el alumnado de 4º ESO va a realizar en grupos cooperativos  un periódico donde, a través de noticias verídicas o inventadas, intentarán reflejar la situación de la mujer en cada una de estas etapas señaladas. 

Las fechas de cada uno de los noticiarios las escogeréis de entre las siguientes:

- IIª República
  • 2 de octubre de 1930: El movimiento sufragista en España
  • 2 de octubre de 1931: Día siguiente a la aprobación del voto femenino en España.
- Guerra Civil
  • 2 de octubre de 1938: En plena Guerra Civil. 
- Dictadura de Franco
  • 2 de octubre de 1940: En la posguerra. 
  • 2 de octubre de 1960: En pleno desarrollismo
- Transición democrática
  • 2 de octubre de 1977: Con la democracia.

 
Tendréis que hacer lo siguiente:

- Dos noticias sobre algún acontecimiento relacionado con la mujer
- Una entrevista a una mujer (real o ficticia)
- Un artículo de opinión en el que se tomará partido a favor o en contra de algún aspecto. 

Como hace tiempo que os explicaron los géneros periodísticos, aquí os dejo una breve explicación con sus ejemplos para que recordéis de qué se trata.





Aquí tenéis una PLANTILLA de un periódico antiguo que podéis utilizar para realizar el trabajo. También podéis utilizar cualquier otro recurso que encontréis en la web.

Junto con toda la información que ya conocéis os dejo aquí más información pero centrada en la mujer y en cada uno de esos períodos. Utilizadla para haced el periódico.

BREVE RESUMEN PERÍODOS HISTÓRICOS

1.- Sinopsis

A comienzos de los años 30 en España la mujer jugaba un papel secundario en los ámbitos de decisión, pese a ello, su actividad hacia la igualdad de oportunidades ya había comenzado dentro de los movimientos sufragistas.
La llegada de la 2ª República supuso el empuje definitivo para poder acceder al derecho al voto. No fue un hecho aislado. Se empezaba desde cero y había mucho que construir, pero, ¿se pudo en el contexto histórico desarrollar esta labor?
Esta unidad pretende visibilizar los primeros intentos de acceso de la mujer a la vida pública y sus primeras acciones. Hará un recorrido por los años de la 2ª República y se centrará en la situaciones de cambios que acontecerán con motivo del Golpe de Estado de 1936. No podremos olvidar la fuerte represión que sobre la mujer se ejercería durante los años de la postguerra en la dictadura y el papel fundamental de las primeras mujeres tras la llegada de la nueva democracia.


2.- Un poco de historia

No lograremos entender lo que sucedió en los años de conquistas sociales de la 2ª República española si no nos retrotraemos a un ciclo de 100 años, desde la llegada de las primeras mujeres dentro de las ideas del socialismo utópico en España y que no se circunscribían en el mero hecho de alcanzar y conseguir el voto femenino, sino de la verdadera lucha de la mujer por el acceso a la educación y a la alfabetización, por su autonomía e independencia, en una sociedad dominada por el catolicismo, por su independencia económica y laboral, por su derecho a la maternidad consciente, al acceso a los métodos anticonceptivos... Unos 100 años que dieron para mucho.


3.- IIª República (1931-1936)

Uno de los principales metas y objetivos que la 2ª República se propuso fue extender la participación de la mujer en la vida pública. No es que fuera un movimiento novedoso, ya que existían muchas mujeres vinculadas con el movimiento obrero y las luchas civiles, especialmente la del acceso a la educación.
La República articuló un importante debate alrededor de los derechos de las mujeres y muchas de sus reivindicaciones se vieron satisfechas:

El derecho al voto
Fueron las cortes del primer bienio de la República las que dinamizaron el debate y lo llevaron a su aprobación. Las mujeres eran elegibles pero no podían elegir, valga la redundacia, en las elecciones de junio de 1931. Fueron diputadas en aquella primera legislatura Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken. Fue la diputada radical Clara Campoamor quien dinamizó dicho debate.
Aunque la derecha casi en bloque se oponía, la posición de la izquierda era diversa. Para la propia Kent, la sociedad española no estaba madura para el voto de la mujer, al que veía como conservador, pero a pesar de las discusiones enconadas, el sufragio femenino quedó aprobado.

El acceso a la vida pública y la educación
La República permitió que la mujer accediera en igualdad de condiciones legales a la vida pública y a la educación. Algo que ahora se ve como normal, era curioso ver como en las primeras Cortes, pudieron ser elegidas tres mujeres, pero no pudieron votarse.
A nivel educativo el desarrollo en el magisterio por parte de las mujeres fue una de las razones del avance educativo de la República. Muchas, formadas o por formar en dicha disciplina, se mostraron voluntarias a ir a las escuelas rurales, portando con ello los valores educativos de la Segunda República; sin embargo, la incorporación de las mujeres al sistema educativo fue un proceso lento y tardío en España.
La enseñanza era común en las disciplinas básicas: lectura, escritura, cálculo, principios de gramática castellana y reglas de ortografía y doctrina cristiana, pero específico en las materias formativas. Las niñas aprendían labores, dibujo e higiene doméstica, mientras los niños estudiaban nociones de agricultura, industria, comercio, agrimensura, física e historia. Ya en 1901, Romanones aunó la enseñanza primaria para niños y niñas sin embargo, este modelo, volverá a tomar forma con la llegada de la Dictadura.
La Constitución aprobada el 9 de diciembre de 1931 proclamó el modelo de escuela única, pública, laica y gratuita y trajo esperanzas para las mujeres, porque reconocía la igualdad géneros tanto en la educación como en el ámbito laboral. Pero este nuevo modelo laico produjo un rechazo de los sectores católicos y especialmente de las congregaciones religiosas que eran apartadas del nuevo modelo educativo.





4.- La Guerra Civil (1936-1939)


La participación de la mujer en al guerra.
Con la llegada de la Guerra Civil, España quedó dividida en dos bandos, el republicano integrado por las izquierdas y el golpista formado por las derechas, donde «las posturas se radicalizaron: la educación y la cultura se convirtieron en el mejor modo y en el medio más eficaz para implantar una ideología determinada y unos valores sociales, políticos, económicos, morales… de signo diferente» (Capitán Díaz: 2000, 235). De forma que estos «se moldeaban bajo diversos paradigmas en uno o en otro lado de la contienda».
 A partir de aquí, el ímpetu de participación en el frente por parte de las mujeres al inicio de la contienda bélica, dio paso a un papel más de asistencia social. Las mujeres fueron las heroínas de la retaguardia, modelo a imitar por todas ellas. Además otras miles de mujeres se lanzaron a esfuerzos bélicos que iban desde trabajar en fábricas de municiones al voluntariado en servicios sociales, campañas educativas, proyectos culturales y actividades de apoyo a los combatientes. Las mujeres, pues, desempeñaron un papel decisivo en la resistencia civil al fascismo.
En el bando golpista, la mujer siguió jugando un papel secundario dentro del patriarcado masculino de las clases sociales altas. Salvo, la creación de la Sección Femenina de la Falange, el modelo que allí se extendía seguía siendo una continuación de lo tradicional amparado por la Iglesia católica.

La educación.
Durante la Guerra Civil, el Ministerio de Educación pasó por las manos del comunista Jesús Hernández, quien adoptó el modelo de educación soviético y por el anarquista Segundo Blanco quien trató de separar la ideología de la educación; sin embargo, fue el gobierno franquista el que ganó la guerra, y por lo tanto, el modelo de educación nacional-católica estableció las principales líneas de actuación: «la intensificación de la depuración del personal docente, la continuación de las actividades depuradoras de la ideología del personal docente e inspector, así como un intento de mayor alcance por definir y concretar las bases políticas, ideológicas y religiosas a las que habría de ajustarse el nuevo sistema educativo». (Cámara Villar: 1984, 81).

 Vídeo: La mujer española desde la Segunda República
 hasta finales de la posguerra



5.- Dictadura (1939-1975)



La situación de la mujer en la España nacional es la historia de una vuelta a la sociedad patriarcal y a un papel de sumisión que parecía olvidado durante el régimen republicano. La nueva España de Franco tendrá como objetivo la difusión de valores y pautas de comportamiento donde la familia y el hogar serán sus principales ámbitos de actuación sin olvidar las labores asistenciales.
La doctrina del franquismo inculcaba la inferioridad de las mujeres respecto al hombre, el cual tenía derecho a ejercer un poder casi total sobre ella.

La educación.
Durante el franquismo la educación quedó bajo el control compartido de la Falange y la Iglesia. Mientras la primera se encargó de «la formación política, cívica y física» en los centros de enseñanza, así como del «encuadramiento de la juventud y el profesorado a través de diversos organismos», y, la segunda consiguió autorización «para la creación y organización de los colegios de las órdenes religiosas, y una garantía de profunda cartelización en todos los contenidos de la enseñanza».
Además la Falange también se ocupó de «completar la educación femenina» a través de su Sección Femenina. Ésta fue la responsable de volver a formar a las mujeres en las enseñanzas como labores, dibujo e higiene doméstica, pues la educación volvía a ser diferente para niños y niñas. La Ley de Enseñanza Primaria de 1945 reforzaba las prohibiciones acerca de la coeducación y destacaba cuáles eran las funciones de las mujeres.
La enseñanza superior sufrió las consecuencias de la política pronatalista del estado franquista, que permitía estudiar a las mujeres, pero les advertía que la función principal era la de ser madres y esposas.

La vida pública.
Durante esta etapa de nuestra historia, la identidad femenina se construyó mediante la redefinición de los roles de género atribuidos social y culturalmente a las mujeres en una sociedad patriarcal. Según el nacionalcatolicismo, el ideal femenino era el de la mujer sumisa, hija, esposa o madre, condenadas a la domesticidad, relegadas al ámbito privado del hogar y la familia y a las tareas de cuidados. En esta configuración de la identidad femenina, en la que se glorificaba la maternidad y que fue una pieza clave de la represión, a las mujeres se les prohibió el acceso al ámbito público y, por lo tanto, al espacio de la política, considerado como un espacio masculino. Si las mujeres eran políticamente activas, se consideraba que desafiaban sus roles de género, su adscripción al espacio privado, espacio considerado natural para ellas.

La represión sobre las mujeres republicanas.
Las mujeres republicanas o aquellas a las que se imputaba esta ideología fueron consideradas como mujeres no adecuadas, transgresoras de una supuesta esencia-identidad femenina construida por el franquismo.
Se las demonizó, por considerarlas el germen del mal y las causantes del declive de la moral católica. Se las persiguió no solo por expresar una opinión política contraria al régimen franquista, sino también por desafiar los roles y espacios asignados por la ideología franquista.
En esta represión se utilizaron violencias específicamente dirigidas contra las mujeres por el hecho de ser mujeres, como violaciones y otras formas de violencia sexual, purgas con aceite de ricino, rapados de pelo, reeducación en preventorios, torturas y otros castigos específicamente destinados a atentar contra el rol reproductivo de las mujeres y, por tanto, vinculados a la maternidad, como la separación de madres e hijos/as en las cárceles o la sustracción de menores a madres condenadas a muerte y ejecutadas que eran adoptados/as por familias afectas al régimen.


Vídeo: La mujer en el franquismo



Vídeo: 8 cosas prohibidas para la mujer durante el franquismo







En este enlace podréis comprobar cómo se esperaba que actuara una mujer durante los años 50-60 en España. Existía una guía para enseñar a la mujer a ser la esposa perfecta. GUÍA DE LA ESPOSA PERFECTA.


6.- Transición (1975-1978)



La represión franquista construyó a las mujeres como sujetos desiguales a los hombres y las excluyó totalmente de la ciudadanía; sin embargo, esta represión sistemática no anuló la capacidad de supervivencia y de resistencia femenina. Muchas de ellas, con la llegada de la democracia, retomaron con energía un nuevo proyecto feminista, un nuevo proceso de empoderamiento y de recuperación de los derechos de las mujeres.

En España, las políticas en contra de la discriminación de las mujeres surgen en la segunda mitad de los años 70, en plena transición de la dictadura franquista a la democracia.
Franco murió en el año 1975 después de 40 años de poder dictatorial y de ideología de total subordinación femenina.
El periodo de la Transición fue un marco político propicio para el movimiento feminista español pues el interés que el tema de la mujer despierta hace que los partidos políticos creen organizaciones de mujeres.
Después de las elecciones de 1977, se discutieron los derechos jurídicos que las mujeres reivindicaban para ser incorporados a la Constitución que se debatía en el Congreso de los Diputados en esos momentos y al mismo tiempo se analizaban las leyes que debían ser modificadas.
La más importante aportación de este periodo fue la aprobación de la Constitución del 78. Para su redacción, las fuerzas participantes consensuaron acuerdos que estuvieran por encima de las diferencias ideológicas.
En el terreno de la familia, se eliminaron las leyes conservadoras de la dictadura y se aprobó una ley de divorcio, la igualdad de derechos de los cónyuges en el matrimonio y la igualdad de derechos entre los niños y las niñas nacidos dentro y fuera del matrimonio. Las políticas hacia la mujer contemplaron el principio de igualdad entre los sexos.


Vídeo: Una transición en femenino



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